
Llevo dos años en el cargo de Jefe de Proyectos de Automatismo. Antes de contratarme, recibí formación en el Grupo a través de un contrato de alternancia, en el marco de un Máster II de Ingeniería Eléctrica e Informática Industrial. Desde que me titulé, todo ha ido muy deprisa, y he ascendido mucho. Mi cometido abarca los campos de la planificación, la arquitectura y el análisis funcional de la maquinaria, y el diseño de los programas, las pruebas, la puesta en servicio y el mantenimiento. Gestiono proyectos, de principio a fin, en Ingeniería Eléctrica, Automatización, Control Numérico, Drives, Motion y Robótica. Como media, trabajo un 60% del tiempo en la agencia, y un 40% en instalaciones de clientes.
Para ser un buen Jefe de Proyectos, se necesita autonomía y polivalencia, ya que no trabajamos siempre sobre las mismas marcas ni procesos. Nunca repites: un proyecto siempre implica nuevas cuestiones, objetivos e interlocutores.
Cuando se terminó el contrato de alternancia, me apeteció permanecer en DV GROUP por diversas razones, entre ellas el ambiente que reina, la ayuda mutua y el espíritu de equipo, pero también por lo deprisa que se incrementaban mis competencias. Mis superiores me encomendaron enseguida proyectos, incluso durante mi formación, y entre ellos el que más se me ha quedado marcado, que fue el primero: un proyecto de modernización de una fábrica de disolventes de 110.000 €. Fue un gran reto y una gran oportunidad.